Se denomina como trastornos mentales o de comportamiento a aquellas enfermedades psiquiátricas que se manifiestan mediante un disturbio de las actividades intelectuales, conductuales o de personalidad, que mantienen al individuo en un estado de poca adaptación a su entorno. A continuación te hablaremos un poco sobre las causas, los síntomas y de cómo se clasifican.
En realidad los estudiosos han enfrentado muchos problemas para identificar con precisión las causas. Se ha llegado a la conclusión de que es una combinación de factores psicológicos, biológicos y sociales. Las personas que están emparentadas a alguien que padece algún trastorno son más propensas a padecerlos, lo mismo ocurre con personas altamente expuestas a situaciones de estrés, angustia o frustración.
Síntomas:
Físicos: trastornos de sueño, dolor.
Cognitivos: alteraciones de la memoria, dificultad para estructurar el pensamiento.
De comportamiento: agresividad, uso de químicos, cambios en la conducta y hábitos.
De percepción: distorsión de los estímulos visuales o auditivos.
Afectivos: ansiedad, miedo, nostalgia, tristeza.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado los trastornos mentales dependiendo de su origen, existen nueve tipos:
De humor o afectivos: trastorno bipolar, episodio depresivo, ciclotimia, distimia.
De personalidad y comportamiento: trastorno esquizoide, disocial y paranoide. También están las manías, trastorno de orientación sexual y trastorno ansioso de personalidad.
De comportamiento en infancia y adolescencia (hiperquinéticos de atención y conducta): tics, tartamudez, desorden lingüistico, mutismo selectivo, trastornos de conducta como la desocialización y la depresión.
Retraso mental: trastorno generalizado de desarrollo, autismo, asperger, síndrome de Rett, trastorno de lenguaje o disfasia.
Orgánicos y sintomáticos: delirium, demencia.
Por consumo de psicotrópicos: intoxicación aguda, síndrome de dependencia y de abstinencia.
Neuróticos: trastornos de ansiedad (fobias), ansiedad generalizada (obsesión compulsión), reacción a estrés severo (neurosis, hipocondría, neurastenia, amnesia).
Esquizotípicos: psicosis, esquizofrenia.
Por disfunciones fisiológicas: trastornos alimenticios (vigorexia, anorexia, bulimia, megarexia), trastornos de sueño (insomnio, hipersomnio, sonambulismo, terrores nocturnos, desfase horario), disfunciones sexuales (eyaculación precoz).
Una vez que la persona empiece a presentar los síntomas que indican la presencia de alguno de estos trastornos mentales es importante acudir con un especialista, especialmente si representan un perjuicio al desarrollo de las actividades cotidianas de quien las padece.